lunes, 14 de octubre de 2013

Por una sola letra

Jueves por la tarde en un instituto de Barcelona. Seis chicos de 3º de E.S.O. de origen ecuatoriano deciden hacer botellón en el parque de al lado. Habían comprado bebidas alcohólicas, pero no tenían bastante. Así que fueron a una droguería y pidieron alcohol de quemar. La fiesta continuó y siguieron bebiendo y bebiendo...

El viernes empezaron los problemas. Algunos no llegaron al instituto. Lo que llegaron pedían ir al baño constantemente. Les dolía mucho la barriga y los profesores empezaron a sospechar. No es que beber alcohol sea malo, que lo es. Es que el alcohol de beber es etanol, pero el que ellos habían bebido era metanol. Todos acabaron en un hospital de Barcelona.

Pero ¿no son lo mismo? al fin y al cabo a los dos se les llama alcohol.

Pues no, no son lo mismo.

Esto es la molécula de etanol, o alcohol de beber

Y esta es la de metanol, alcohol de quemar


Al parecer, en Ecuador, el alcohol de quemar que venden en las droguerías es también etanol, pero en Europa es metanol, y como podéis imaginar es muy tóxico. Tanto que en suficiente cantidad (que no es mucha, por cierto) es mortal sin tratamiento médico.

Muchas personas han muerto en el mundo porque los productores de bebidas alcohólicas baratas las adulteran con metanol, más barato. Por cierto, hace tiempo hablamos aquí de Elisa Álvarez, una farmacéutica de Villaviciosa que destacó en su lucha contra la adulteración de las bebidas que servían los bares.

Esta entrada es una pequeña modificación de la publicada en http://cluster-divulgacioncientifica.blogspot.com.es el 21 de febrero de 2011.





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