Los "buques de guerra" de entonces eran los trirremes. Se llamaban así porque, además de dos mástiles con velas, su "motor" eran 170 remeros bien alimentados y dispuestos en 3 alturas. El de la siguiente foto es una reconstrucción moderna.
En este esquema pueden verse las tres cubiertas de remeros:
Los "generales" atenienses decidieron que sus trirremes no se dedicarían a luchar con los de los persas. En su lugar los embestirían con un pesado espolón de bronce o de hierro (fijaros en la primera foto lo bajo que está el espolón para impactar bajo la línea de flotación enemiga).
Para que la estrategia funcionara necesitaban ser capaces de navegar más rápido que los demás y eso sólo podía conseguirse con remeros más fuertes o con "una técnica más depurada".
Para conseguirlo inventaron el hyperesion, un cojín embadurnado en grasa que ponían debajo del culo y que permitía resbalarse hacia delante y hacia detrás en el asiento. Con esto los golpes de remo son más potentes, es lo mismo que hoy se usa en el remo deportivo.
Claro que hoy en vez de un trapo manchado de grasa hay un asiento que se desplaza sobre raíles con rodamientos.
Así que ya sabéis. La innovación no necesita muchas veces una ciencia complicada. Un simple cojín que resbalaba permitió a los atenienses dominar el Mediterráneo.
Esta entrada bebe de la publicada en http://historiasdelahistoria.com el 24 de julio de 2012.
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