En la tabla periódica el arsénico (As) está bajo el Fósforo. Es un semimental. Vamos que tiene algunas propiedades de los metales y otras que no. Como el galio que vimos no hace mucho, es muy raro encontrarlo solo en la naturaleza. Normalmente forma parte de otros compuestos, como el rejalgar, el oropimente, arsenolita...
Cuando se aisla en el laboratorio se tiene arsénico puro. Os lo presento:
Y ahora viene lo interesante. En realidad, el arsénico no es tóxico, pero sí lo son algunos de sus compuestos, como el trióxido de arsénico (arsenolita) que se puede obtener fácilmente, aunque no os diré cómo. La arsenolita se ha usado como veneno desde tiempos inmemoriales. No sabe a nada (dicen los que la han probado) y huele a almendas. Esto permite mezclarla con los alimentos sin que el entusiasta tragón se dé cuenta.
Los síntomas son vómitos, diarrea, cólicos, convulsiones, calambres, bajada de tensión, arritmias... vamos, los mismos que los de otras enfermedades gastrointestinales como podría ser el cólera. Por eso era muy fácil matar a alguien con arsénico sin despertar sospechas. Parecía que el tragón ahora muerto se iba por la pata p'abajo pero un pelín más fuerte.
La clase política romana, los Borgia... disfrutaban jugando con el arsénico. Se encontró incluso en los restos de Napoleón, aunque es posible que no fuera un envenenamiento intencionado. En las pareces de su celda había una sustancia que se llama verde de Scheele (biarseniato de cobre).
Hoy en día la cosa está peor para los que quieran dar a probar el arsénico, porque en una autopsia aparece en el pelo, la piel, las uñas... Vamos que si estábais pensando en alguien, id buscando otro veneno.
PD. En la provincia de Orense, hay una estructura geológica que favorece la aparición de arsénico en en agua (aunque en pequeñas cantidades). No parece que sea peligroso, pero estaremos atentos.
Esta entrada es una leve adaptación de la publicada por http://www.quimitube.com el 26 de abril de 2013.
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