Para hablar de resonancia, necesitamos algo que pueda vibrar. Esto es fácil, ya que casi todas las cosas a nuestro alrededor vibran. Tomemos un vaso y démosle una toquecito: ¡ping! El vaso emite un tono que se va apagando. La frecuencia a la que vibra un objeto cuando le damos un toque se llama su frecuencia natural de vibración. Cada cuerpo tiene la suya.
Expliquemos ahora el fenómeno de la resonancia. Un simple columpio nos servirá:
Cuando damos un empujón al columpio, éste va y viene, tardando un cierto tiempo en cada oscilación. A ese tiempo se le llama el periodo de oscilación (y es el inverso - uno partido por - de la frecuencia). Si empujamos el columpio al tuntún a veces lo empujaremos cuando esté viniendo hacia nosotros, con lo cual se detendrá casi por completo, y otras veces lo empujaremos cuando esté empezando a alejarse de nosotros, con lo que conseguiremos elevarlo más. Imaginemos ahora que empujamos el columpio con exactamente su frecuencia natural de oscilación. Es decir, empujamos siempre en el mismo momento, cuando empieza a alejarse de nosotros. Aunque usemos una fuerza pequeña, veremos cómo cada vez se aleja más, y más, hasta que llegue casi a superar la altura del poste donde está suspendido. En ese momento la cadena ya no sujeta el columpio y se dobla. Al empezar a caer, la cadena se tensa de golpe y el viajero sufrirá un tirón repentino. ¿A quién no le pasó esto de pequeño alguna vez? Lo que ha ocurrido es que a base de meter energía justo en su frecuencia de resonancia, lo hemos hecho saltar.
El ejemplo más clásico del poder de la resonancia es romper copas con la voz. Si se emite una nota que corresponda exactamente con la frecuencia de resonancia de la copa, y con un volumen muy alto, la copa se romperá:
El ejemplo más clásico del poder de la resonancia es romper copas con la voz. Si se emite una nota que corresponda exactamente con la frecuencia de resonancia de la copa, y con un volumen muy alto, la copa se romperá:
O, si se prefiere algo más moderno:
Habrá una segunda parte, y prometemos que será más espectacular.
Hasta la próxima
Es muy interesante este tema, pero el segundo video de discovery esta mejor explicado que el primero. Lástima que no nos enseñe el resultado final del experimento...
ResponderEliminarPd:Ya hice mis deberes.
opino igual que francisco, pero yo pensaba que eso solo se hacia en peliculas la verda que cazadores de mitos tiene cosas muy interesantes.
ResponderEliminaryo tambien he realixado mi tarea :)
CQD
Me ha gustado mucho la entrada. Creo que es un tema muy interesante y me he quedado con la intriga de por qué no se rompe la copa en el segundo video. En mi opinión, creo que el problema está en los altavoces, ya que no pueden reproducir la voz humana tal y como es. Por el momento toca esperar.
ResponderEliminarEsta muy bien esto de la ciencia eh jaja me ha gustado bastante y ya estoi esperando la segunda parte.Os habeis fijado en el chico de gafas de los cazadores de mitos jaja es igualito a Serrano jaja.
ResponderEliminarCQD con la gorraca patras.
Me gustan estos deberacos.
Yo también me reconozco, colegas
ResponderEliminarjavi eres el amo
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