Tras algunas explicaciones sobre la construcción que finalizó en 1969, el ponente, Gabi, un geólogo de la empresa propietaria, nos guía por el interior de algunas galerías. En ellas puede verse la condensación en el techo o la cal por las juntas. El proceso es similar al que se produce en una cueva cárstica. El carbonato cálcico se disuelve (aquí procedente del hormigón) y precipita dando lugar, incluso, estalactitas de formación rápida.
Tras la visita a la presa, comimos en un restaurante en El Grado. Por la tarde visitamos uno de los pueblos más bonitos que ha visto el que esto escribe: Alquézar.
En el pueblo se inicia una senda que lleva al cañón del río Vero. Es un cañón de paredes rocosas en las que se han puesto unas pasarelas metálicas de modo que pueda visitarse incluso cuando el río lleve mucha agua.
Pasamos el resto de la tarde en Alquézar.
A la vuelta y tras la cena se organizó, en la misma escuela hogar, una fiesta discotequera de despedida, a cargo del inigualable DJ Óliver. La fiesta concluyó a la 1:30 y como era de esperar, todos nos fuimos a dormir. Así, en el autobús de vuelta a Asturias, al día siguiente, todos íbamos despiertos cantando y riendo.
Allí también estuvieron mis padres hace muchos años haciendo "bajada de cañoñes" (por el agua). Era un lugar realmente precioso. Saludos por un blog tan estupendo.
ResponderEliminarEsta sibaro el río ese
ResponderEliminarque tiempos aquellos...echo de menos a Oliver y al Avatar Rojo.
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